Por Luis Alfredo Collado.- Activistas protestaron en la esquina de la Tercera Avenida y la Calle 56 de Manhattan, la mayoría de los manifestantes son familiares de personas que cumplen condenas en las cárceles, y otros ex prisioneros que relataron episodios aterradores mientras estaban en la cárcel. Exigen que los guardias de corrección cesen los abusos contra los presos.
Citaron al prisionero Robert Brooks, a quién mataron a golpes en diciembre del año pasado mientras estaba esposado, un hecho captado en cámara por el que empleados del Centro Correccional de Mercy, fueron acusados por cargos de asesinato según indica un comunicado de la gobernadora Kathy Hochul, dado a conocer después de la protesta.
“Hoy Robert Brooks debería estar vivo. El brutal ataque al señor Brooks fue repugnante y de inmediato tomé medidas para despedir a los implicados. Ahora, los perpetradores han sido acusados legítimamente de asesinato y la policía estatal está realizando arrestos». Dice el comunicado de la gobernadora Hochul.
Anteriormente se había denunciado que los guardias de la prisión someten a los presos a crueles torturas en lugares donde no hay cámaras de vigilancia.
«Este incidente es un recordatorio esclarecedor de los desafíos que enfrenta nuestro sistema penitenciario. He trabajado con el Comisionado Martuscello en reformas de seguridad, incluida la instalación de nuevas cámaras de seguridad, el fortalecimiento de la Oficina de Investigaciones Especiales y el aumento de la compensación para nuestros esforzados funcionarios penitenciarios». Indicó la gobernadora.
Robert Brooks, estaba preso desde el 2017, y cumplía una condena de 12 años por asalto en primer grado, y había sido transferido a la prisión donde lo golpearon el 9 de diciembre y falleció al día siguiente, tenía 43 años de edad.
Los manifestantes pidieron una reforma total del sistema carcelario, también le solicitaron a la gobernadora Kathy Hochul que ordene la instalación de más cámaras sobre todo en lugares que los guardias utilizan para torturar a los prisioneros, según denunciaron. Muchos llevaron carteles en forma de lápidas con los nombres de sus familiares que murieron en prisión.