Antes de leer esto, acomódate e imagina que es tu propia historia.
Otro año llega a su fin, y es necesario reflexionar sobre lo que hemos hecho. Me senté a escribir y recordar los logros, las oportunidades que se presentaron, los buenos momentos vividos y, sobre todo, las calamidades.
El 2024 comenzó como todos los años, con muchas metas por cumplir, incluyendo la famosa dieta, y con todas las buenas intenciones de crecer y dar lo mejor. Durante el transcurso, pasaron muchas cosas. Regresar a la universidad fue un desafío; al principio, no fue fácil, pero perseveré y superé cada obstáculo día tras día.
La radio ha sido mi pasatiempo favorito. Este año electoral trajo consigo entrevistas a candidatos, y creo que cumplimos con nuestro deber, siendo lo más objetivos posible y ofreciendo a todos la oportunidad de expresar sus puntos de vista.
En marzo, llegó una gran sorpresa. Les confieso que nunca pensé que tan pronto tendría un espacio radial propio. Así nació La Hora del Pueblo Radio, un programa que no solo implica ocupar una hora semanal en la emisora, sino que cuenta con toda una programación y un equipo maravilloso. Siempre hablo en plural porque no estoy solo: detrás de mí están ustedes, los oyentes; mi familia y mis hermanos, que desde el primer momento asumieron el proyecto como propio; y mis padres, cuyo apoyo ha sido incondicional. También mis amigos, quienes se han sentido tan orgullosos como yo.
La Hora del Pueblo tiene la misión de ofrecer entretenimiento e información relevante en un espacio inclusivo, que se conecta con la audiencia y promueve la diversidad y la participación comunitaria. Este programa me ha enseñado muchísimo. Agradezco primero a Dios y luego al equipo que me acompaña: Dj Pachy, Enmanuel Liberato, Ernesto Cerda y Osiris Rodríguez (matense.net).
Disfruté mucho este año, compartiendo, aprendiendo y, sobre todo, siendo agradecido. Uno de los momentos más significativos fue el encuentro juvenil de Cooperativa San José. Escuchar las palabras: “Con ustedes, el presidente del Consejo de Administración de Cooperativa San José, el joven Ansel Estévez Jr.” fue un orgullo inmenso.
Con el tiempo, seguí aprendiendo y enfrentando desafíos, celebrando la vida con amigos y disfrutando de los momentos simples. Este año también cumplí otro año más de vida, y con ello llegó la reflexión de cómo he cambiado, hasta en detalles como esa barba que de repente apareció y me hace sentir un poco mayor.
Pero el 2024 también trajo pérdidas irreparables. El 9 de agosto quedará marcado en mi vida para siempre. Ese día, despedimos a mi gran amigo Gabriel. Aunque siempre digo que somos hijos de la muerte, nunca estamos realmente preparados para enfrentarnos a ella. Gabriel partió en el mejor momento de su vida, y aunque duele profundamente, me queda el consuelo de haber disfrutado plenamente de su amistad.
Recuerdo que una semana antes de su partida nos reunimos en mi casa, como solíamos hacer, y compartimos risas y recuerdos. Gabriel tenía un espíritu único: siempre dispuesto a ayudar, con una sonrisa que iluminaba cualquier día oscuro. Su energía, su lealtad y su amistad dejaron una huella imborrable.
El programa La Hora del Pueblo lleva su sello. Fue Gabriel quien encontró la canción que usamos como fondo, y aunque su ausencia es un vacío inmenso, su legado vive en cada uno de nosotros. Nos dejó unidos, más fuertes, valorando la vida y la amistad de una manera que nunca habíamos hecho antes.
Este año me ha enseñado mucho: el valor de la sencillez, la importancia de la amistad y el poder de vivir el momento. He aprendido que lo material es efímero, y lo que realmente importa son las conexiones humanas.
Al final de este 2024, miro hacia atrás con gratitud. Cada logro alcanzado, cada esfuerzo realizado y cada amistad fortalecida han dejado enseñanzas que seguirán marcando mi camino. Gabriel sigue siendo un ejemplo de autenticidad, alegría y lealtad, valores que llevo conmigo en cada paso.
Hoy cierro este capítulo con una reflexión: lo que realmente cuenta no es lo que tenemos, sino lo que damos, lo que construimos en el camino y lo que dejamos en los corazones de los demás. Que este 2024 sea un recordatorio de todo lo que podemos lograr si avanzamos con fe, amor y determinación.
¡Sigamos adelante, porque lo mejor está por venir!
Ansel Estévez Jr.