El turismo rompe récords y transforma comunidades
En 2020 el mundo se cerró. Pero República Dominicana abrió sus puertas. En plena pandemia, mientras muchos países paraban, este pequeño paraíso caribeño apostó por el turismo. Hoy, cinco años después, esa decisión le ha valido ser reconocida como una potencia turística mundial.
El ministro de Turismo, David Collado, lo dejó claro esta semana en Madrid. Agradeció a las grandes cadenas hoteleras —especialmente españolas— que apostaron por el país. No es para menos: más del 45% de las habitaciones hoteleras en República Dominicana son fruto de esa inversión.
“En medio del miedo, abrimos. En medio de la incertidumbre, apostamos al futuro”, dijo Collado con emoción.
El turismo no solo es playa y sol
Más de 4 millones de visitantes llegaron al país solo en el primer cuatrimestre de 2025. La proyección para fin de año apunta a 12 millones de turistas, una cifra histórica.
Pero el turismo dominicano no se limita al clásico “sol y playa”. Collado insiste en que el país ofrece mucho más: ecoturismo, cultura, deporte, aventura. Y lo más importante: una estrategia que toca a las comunidades, no solo a los grandes resorts.
“Las riquezas no pueden quedarse solo en las cadenas hoteleras. El turismo debe permear la economía local. Eso lo hace sostenible”, afirmó el ministro, ante decenas de empresarios.
De récord en récord
República Dominicana ha logrado en cuatro años lo que se proyectaba para una década. En 2023, superó los 10 millones de visitantes. En 2024, cerró con 11.2 millones. Y en 2025 va por más.
Atrás quedó la incertidumbre de la pandemia. Hoy, el país se presenta al mundo como la potencia turística mundial del Caribe, con una industria que representa el 15% del PIB nacional y más de 10,500 millones de dólares en ingresos anuales.
Lo que comenzó como una apuesta arriesgada, hoy es un modelo para la región.