La prevención es el mejor paraguas en tiempos de inundaciones
El agua que cae del cielo no siempre trae bendiciones. Cuando llueve sin descanso, lo que empieza como tormenta termina en preocupación. Hoy, más que nunca, urge evitar enfermedades.
El Ministerio de Salud Pública levantó la voz este domingo con una serie de recomendaciones claras para toda la población. La lluvia ha sido mucha, y con ella llegan riesgos que no se ven, pero que se sienten: fiebre, vómitos, diarrea, malestar general, infecciones y hasta el temido cólera.
Riesgos invisibles tras las lluvias
Las zonas afectadas por inundaciones son terreno fértil para virus y bacterias. Leptospirosis, dengue, enfermedades diarreicas y respiratorias aumentan cuando el agua se estanca y la basura se acumula. Y aunque el cielo ya no esté nublado, los peligros siguen ahí.
Por eso, las autoridades piden evitar el contacto con aguas contaminadas, no acumular basura y eliminar criaderos de mosquitos dentro y fuera del hogar. Cada charco puede ser una trampa, cada descuido un riesgo innecesario.
Consejos simples, salud asegurada
Las medidas pueden parecer pequeñas, pero salvan vidas:
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Hervir el agua por 15 minutos o agregar cinco gotas de cloro por galón antes de beberla.
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Lavar frutas y vegetales con cuidado.
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Cocinar bien los alimentos.
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Lavarse las manos antes de comer y después de ir al baño.
Y si aparecen síntomas como fiebre, dolor muscular, diarrea o vómitos, es vital acudir de inmediato a un centro médico. Automedicarse no es una solución, es un riesgo.
El agua puede limpiar, pero también puede contaminar. Lo que define la diferencia es la prevención. Evitar enfermedades no es solo un consejo: es un deber colectivo.