Luisa Rebecca Valentín |
«No te va a faltar conuco, ni flores por la mañana. Ahora con la luna llena vamos pa’ la ensenada…» – Luis Días.
En este mes, Luis hubiera cumplido 72 años de vida, si no nos hubiera dejado en 2009…
Uno de los mayores creadores e investigadores del folklore y de la música suburbana de la República Dominicana fue Luis «Terror» Días. Investigador desde los tiempos del grupo musical Convite. Conocí a Luis en una de las ediciones de la Muestra de la Cultura Campesina de Salcedo, organizada por el padre Félix Azcárate, hace muchos años. Grabadora al hombro, Luis grababa y recogía testimonios y manifestaciones de primera mano de nuestro folklore. Así lo hizo en todas partes, recorriendo toda la geografía nacional.
Autor de varios libros, entre ellos «Tránsito entre guácaras», que tengo porque se lo compré a él mismo; autor de innumerables canciones, referencia para quienes se han querido adentrar en la cultura de los barrios, sus penurias y sus historias. Luis también orientó a generaciones, sirviendo como jurado en festivales y en encuentros particulares, donde, lejos de burlarse de un concursante como acostumbran muchos jurados, Luis siempre hizo señalamientos puntuales y útiles para el desarrollo profesional y artístico de cualquier joven que se iniciaba en la carrera artística. Este párrafo lo escribí en 2009, cuando Luis murió, y aparece copiado íntegramente en Wikipedia sin mencionarme como autora. Así no, Wikipedia. Volviendo al tema, Luis influyó en decenas de artistas que buscaron en él referencias sobre nuestra música y nuestras raíces.
Respetuoso en su trato, como creador, como intérprete, un hombre apegado a sus convicciones, que vivió como quiso, como persona auténtica, que nunca se vendió ni cambió. Fue siempre él mismo, con su sello personal y con sus historias, con los recuerdos que atesoro, tanto en intercambios en tarimas, donde compartimos labores, como en encuentros entre amigos o en conversaciones en el Parque Duarte de Santo Domingo. Tengo innumerables anécdotas que contarles, amigos lectores, sobre este personaje y amigo. Recuerdo una vez que llevaba una camiseta, no recuerdo de qué, y le pregunté: «¿Y esa camiseta?». Me dijo: «Se la vi a un limpiabotas y le dije te la cambio por una nueva». Así era él. Otras veces, cuando el ron afloraba inmisericorde por el aliento, me decía: «¿Tú no tienes una menta o un chicle por ahí?»
Investigador y acucioso, Luis puso en valor el sentir del barrio, la realidad de la calle marginada y de la gente que habita en ella con sus historias. Rockeó, merengueó, investigó, bailó como él, rasgó su guitarra hasta tocarnos las fibras del corazón y se fue…
Uno de sus trabajos más importantes fue la «Suite folklórica dominicana», una joya que se presentó en el Teatro Nacional. En Luis «Terror» Días, la República Dominicana tiene a uno de sus más importantes investigadores y quien ha hecho mayores aportes a la creación artística de la música urbana, basado en un criterio serio y profesional, con una enorme producción artística, sus inolvidables conciertos y su legado de creación en música y letra. Así como su mayor lección: ser auténtico, mantener su identidad y no doblegar sus conceptos ante nadie, hasta la muerte. Se fue, ¡pero cuánto nos dejó!