El monorriel de Santiago no es solo una obra de concreto y rieles. Es, en palabras del ministro de la Presidencia, José Ignacio Paliza, “una transformación profunda” para una ciudad que reclama soluciones modernas de movilidad.
Durante una visita a Puerto Plata, donde inauguró un radar meteorológico, Paliza respondió a las preocupaciones de residentes del sector Reparto Universitario, quienes han expresado su rechazo al trazado del proyecto, temiendo posibles afectaciones al medio ambiente cerca de la PUCMM. Ante esto, el funcionario fue claro: “Estamos dispuestos a conversar. Todo lo que haya que mejorar, lo haremos con diálogo”.
Avances, beneficios y apertura al diálogo
El ministro aseguró que el diseño del monorriel de Santiago cumple con altos estándares técnicos y medioambientales. Según explicó, el sistema no solo aliviará el tránsito y reducirá los costos de transporte hasta en un 30 %, sino que también aumentará la productividad y el valor inmobiliario en las zonas aledañas.
Con capacidad para movilizar 200,000 personas al día, esta obra busca conectar los sectores más poblados, desde Cienfuegos hasta Pekín, mejorando directamente la vida de más de medio millón de personas.
Paliza reconoció que “toda gran obra genera inquietudes”, pero insistió en que el Fitram mantiene las puertas abiertas para el diálogo. “Hay que apoyar este proyecto. Es una obra que cambiará la vida en Santiago”, sostuvo.
Desde el Fideicomiso se informó que la primera etapa estará lista en diciembre de 2025.